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Nuestro grupo en el Olivar de Castillejo. 16-junio-2011. foto: Pedro Armestre
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Los ciudadanos del norte de la ciudad de Madrid han disfrutado durante décadas de una inmejorable situación geográfica. A menos de una hora en transporte público de la Puerta del Sol, podían respirar el aire privilegiado del Pardo y de la sierra de Madrid. Los grandes partidos políticos prometieron un imparable desarrollo que invadió las zonas verdes y llenó la vista de nuestras ventanas de asfalto, edificios altos y centros comerciales. Nos dijeron que aunque el desarrollo es gris, genera empleo y bienestar. Hoy sabemos que todo eso era mentira, que la economía no es una ciencia exacta, que la construcción no genera riqueza, que el crecimiento económico no es igual a desarrollo.
Cada día y cada vez con más fuerza se oye la voz de los vecinos, indignados, porque las promesas eran falsas, porque no les gusta el mundo gris que ven cuando miran por la ventana. Son ciudadanos en busca de una alternativa, que saben que la realidad no les gusta e intuyen que hay otra forma de hacer política, que otra forma de crecimiento y desarrollo es posible. Además, está vez no se conforman con ser espectadores de lo que dicten otros; ahora están mejor informados y ya no necesitan que nadie tutele lo que tienen que pensar; ahora quieren ser parte activa de la creación de un nuevo barrio, de un nuevo Madrid, de un nuevo mundo. Son votantes en busca de un partido que no les deje al margen de las decisiones importantes, sino que cuente con ellos para llevarlas a cabo.
Así nace eQuo, formado por personas que quieren trabajar a favor de la sostenibilidad ambiental y la equidad social; que quiere aglutinar un amplio movimiento sociopolítico que promueva soluciones viables a los pequeños y a los grandes desafíos de nuestro tiempo, mientras ofrece un cauce de participación política a las personas que no se resignan a contemplar pasivamente esta situación.
Para que los vecinos puedan de nuevo mirar por la ventana sin ver el mundo gris. Para que miren orgullosos de saber que lo que ven ahí fuera también es en parte obra suya. Para que puedan seguir llegando al centro en menos de una hora en un transporte público ecológico y de calidad mientras respiran el privilegiado aire de la sierra.
Si nadie tiene que mandarte…¿a qué esperas?
¡ÚNETE!
texto: Alberto Gutierrez