Se aprueba y amplía, moderadamente, el Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama

(por Paco Cantó Portillo. Vocal de medio natural de la Federación Madrileña de Montañismo)

El Consejo de la Red de Parques Nacionales ha realizado el último paso administrativo, dando a conocer su informe favorable a la propuesta conjunta de creación del Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama por parte de las comunidades autónomas de Madrid y de Castilla y León, lo que constituye un paso definitivo para su promulgación, una vez que el proyecto de ley se eleve a las Cortes Generales, después de más de 12 años de dilatados trámites y tropiezos.

Como novedad a destacar el ministro Arias Cañete, en contra de la propuesta que pretendían la Comunidad de Madrid y la de Castilla y León, y haciendo un guiño a las entidades sociales, ecologistas, montañeros y la comunidad científica, que proponían estas y muchas más ampliaciones, se compromete a incorporar la zona de los pinares de Valsaín durante la tramitación parlamentaria y a estudiar la ampliación por la zona del Pinar de Los Belgas. Cosa muy obvia, por ser el Monte de Valsaín de titularidad pública y albergar junto con Los Belgas, una de las mejores colonias de buitre negro, así como tejos milenarios, notables acebales y otros árboles monumentales. Con la incorporación de esta zona se alcanzarían 35.664 hectáreas. Habrá por tanto que ir llamándolo Parque Nacional de las Cumbres y BOSQUES de la Sierra de Guadarrama, como en origen se propuso en el informe más primitivo, elaborado en 1999.

Se inicia ahora una fase clave en la que debemos instar a los diputados y senadores para que estén a la altura que merece este montañoso espacio natural, subsanando las carencias e indefiniciones actuales, y se mejore y amplie todavía más este parque nacional, en todo lo que se ha solicitado reiteradamente, al realizar su ley declarativa. En todo caso, nos faltan datos y mapas fiables, pues no se ha dado difusión alguna, ni con detalle, de estos últimos cambios.

El Consejo de la Red de los Parques Nacionales, integrado en el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) del actual Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, es el órgano territorial para regular estas importantes figuras de protección del máximo rango estatal. En él están representadas todas las comunidades autónomas con Parque Nacional o que aspiren a ello, y diversos colectivos sociales, sindicales, gremiales, científicos, de índole ambiental. Después del Consejo de la Red irá al Consejo de Ministros y de ahí en su tramo definitivo, al Congreso y Senado, donde casi con toda seguridad que se le dará alumbramiento en menos de un año.

Mal momento para nacer nada, cuando tantas cosas se mueren o dejan de funcionar, pero ojalá que nazca cuanto antes. Nacerá pobre y débil, posiblemente casi tarado, pero por eso mismo lo querremos, lo vigilaremos y cuidaremos más, y si hacemos presión y cuando toque, buena gestión, ya crecerá sano y bien educado, para mayor grandeza y mejora del medio natural, en provecho de la humanidad.

Aun con la incorporación de los mencionados bosques sigue siendo mayoritariamente solo un espacio protegido de cumbres, de alta montaña, dejando bajo muchos interrogantes el futuro de las zonas de media y baja montaña. Pero es muy necesario por la gran presión humana que recibe y la cada vez mayor proximidad de las ciudades que lo circundan.

Esperemos que sea una herramienta de la máxima utilidad para regular los usos de la sierra, garantizando su mejor provecho y de más calidad. A la vez y si se hacen bien las cosas puede suponer un buen factor para dinamizar el desarrollo de los pueblos y habitantes de la sierra. Por ejemplo, solo con la creación y una buena gestión de un servicio de guías acompañantes, para los grupos no cualificados que quieran para visitar la sierra, cosa muy necesaria y casi imprescindible, se pueden crear, de 100 a 150 puestos de trabajo, casi de inmediato.

Está también previsto crear al menos dos centros de interpretación, uno en cada vertiente, que también podrían crear dos o tres docenas de puestos de trabajo, continuos y directos, más los que supongan su construcción o rehabilitación. Ya se están buscando inmuebles para ello, pues lo más sensato será dar nuevo uso o reutilización a algunos de los muchos volúmenes abandonados o infrautilizados que hay por la sierra. El de Madrid se ubicará probablemente en Miraflores de la Sierra.

Además será un atractivo para el turismo extranjero, que valora mucho el medio natural y una opción muy llamativa para quienes visiten Madrid, y que hasta ahora solo van al Museo del Prado y poco más.

Breve historia de un largo y dilatado proceso

Primeras protecciones a la par que primeras amenazas (primera mitad del sigloXX)

Primera propuesta de Parque Nacional en los años 20, fue abortada por diversas pretensiones de urbanización o explotaciones abusivas de los recursos naturales que albergaba. Reducida a la declaración, el 30 de septiembre de 1930, de tres Sitios Naturales de Interés Nacional (SNIN) en la sierra de Guadarrama: La Pedriza del Manzanares; la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara; y el Pinar de la Acebeda, en Valsaín, y un Monumento Natural de Interés Nacional, en la Peña del Arcipreste de Hita, todos de muy pequeño tamaño, pero con la máxima protección. Gracias a esos pequeños reductos protegidos, hoy puede ser viable todavía este parque nacional.

El futuro Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama incluirá en su perímetro esos tres espacios naturales, pero no el Monumento Natural de Interés Nacional, en la Peña del Arcipreste de Hita, que también reivindicamos se integre en el perímetro de máxima protección.

Segunda mitad del siglo XX. De nuevo amenazas y nuevas protecciones

El desarrollismo de los años 60 y 70, que destruyó y urbanizó casi todas las costas españolas, también le paso factura a la sierra de Guadarrama, si bien en menor medida, porque la abrupta orografía retraso los planes y dio tiempo a que llegase la crisis de los 70 y la transición democrática, que permitió la eclosión de grupos Ecologistas y montañeros, que con sus denuncias y acciones directas, paralizaron muchas de las amenazas que allí se cernían.

Se tuvo la intención, con el denominado “Plan de Desarrollo turístico del Núcleo Central de la Sierra de Guadarrama”, de hacer estaciones de esquí y urbanizaciones anexas, en casi todos los puertos, Fuenfría, Navacerrada, Cotos y La Morcuera, con carreteras y ferrocarriles que los unían. Todo diseñado sobre los 1.800 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, con grandes costes y complejos mantenimientos, que hoy en día estaríamos lamentando. Resto de aquello son las estaciones de esquí de Valdesqui y la ya desmantelada, por errónea e insensata, del Puerto de Cotos. Entre ambas se querían hacer tres núcleos urbanos de unos 5.000 habitantes en cada uno. Todavía nos queda ver qué se hace con el puerto de Navacerrada, el más antiguo y más impactante de todos estos despropósitos.

En 1979 se intentó hacer de nuevo un parque nacional, entonces de El Monte del Pardo y la Sierra de Guadarrama, y de nuevo fue abortado, pero con esa intentona se reclasificó el SNIN de la Pedriza de Manzanares, primero como un parque natural y luego en 1984 se convirtió en el actual Parque Regional de la Cuenca Alta del Río Manzanares, que ha garantizado la conservación de toda esta parte de la sierra durante casi tres décadas. Como prueba de su validez, primero se intentó anular llevándolo al Tribunal Constitucional, que lo afianzó, y luego, todos los Gobiernos de la Región lo han ido ampliando y reforzando en casi una decena de ocasiones.

En 1990, se reclasificó el SNIN de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, en el actual parque natural y en 1992, se intentó ampliarlo haciendo un parque regional para todo el Valle de Lozoya, pero no se pudo lograr.

Por último ya en 1999, desde el entonces Ministerio de Medio Ambiente, se encargó un nuevo estudio para ver las posibilidades de hacer un parque nacional, y se evaluó la iniciativa como viable y positiva. De ello se derivó la realización, en 2002, por las Comunidades de Madrid y Castilla y León, de un PORN, muy completo y con el cual, por fin, se elaboró la última propuesta de parque nacional, que ahora saldrá adelante, y a punto de ser aprobada en el Consejo de la Red de parques nacionales para ser llevada a las Cortes y hacer una Ley declarativa.

Todavía en esa última fase, al redactar su Ley, se deberán definir con detalle los límites, y es el momento de algunas mejoras o ampliaciones de última hora. También sería muy importante diseñar una adecuada composición de su patronato, procurando dar la máxima participación pública, que es la mejor garantía de una buena y transparente gestión, que asegure una verdadera y futura protección.

Más de doce años ha durado el actual proceso para esta declaración y casi un siglo ha sido el duro recorrido para la protección de la sierra. En breve parece que concluirá este proceso, pero dado que es algo escaso en algunos de sus límites seguimos y seguiremos reivindicando su ampliación en nivel y extensión.

Limites todavía sin determinar de modo definitivo

Aunque se han eliminado algunos estrechamientos territoriales en el Puerto de Navafría, Cerro Malejo o enclavados como en La Pedriza y se aumenta escasamente la superficie de los robledales de Navarrendonda y San Mamés, se evita eliminar o reconvertir los enclaves de las estaciones de Valdesquí y Puerto de Navacerrada o las antenas de la Bola del Mundo, y se han dejado fuera, de modo incomprensible por su valor ambiental y significado histórico y cultural, varias zonas de esta sierra.

En Segovia faltaría incorporar la zona el puerto de Pasapán y la Mujer Muerta, hasta el inicio de la sierra del Quintanar, y otra ampliación hacia los montes Carpetanos, de la actual área propuesta como Parque Nacional, hasta el puerto de La Linera, de modo que estén protegidos con esta ampliación, todas las cimas de más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, e imprescindible para que de verdad se abarquen todas las “cumbres” notables de este parque nacional.

Ya en Madrid se debe incorporar por la zona de La Peñota, siguiendo el cordal por ambas vertientes hasta el puerto de La Tablada, incluyendo el Monumento Natural de Interés Nacional de la Peña del Arcipreste de Hita, por su evidente interés geomorfológico y paisajístico, por su carácter representativo y sus valores históricos o culturales. En la zona de acceso a La Pedriza se debe también incorporar de nuevo, pues no se sabe por qué se eliminó, el cerro de la Camorza y las peñas de la Higuera, a ambos lados del puerto de Quebrantaherraduras, así como la garganta Camorza, por donde discurre el río Manzanares, en sus dos vertientes.

Faltaría también una ampliación en la zona de la Perdiguera y montes aledaños, entre Canencia y Miraflores, incluyendo dicha cima y los bosques de las laderas cercanas, con una bella cascada, tejos milenarios, acebos y abedulares centenarios, dentro del ámbito de máxima protección, como complemento del Alto Guadarrama.

Futuro abierto

El Parque Nacional nace muy recortado, pero estamos seguros de que en poco tiempo se ampliará, por petición de los mismos que ahora se han querido quedar fuera.

Las zonas de alta montaña de la Sierra, parece que por fin estarán bien protegidas en breve, pero las zonas de media y baja montaña todavía están amenazadas y sobre ellas se ciernen muchas incertidumbres.

Continuará.

Más información en: mejorpnguadarrama@gmail.com