Resolución de la Asamblea Extraordinaria de EQUO Madrid

Nuestra organización acaba de terminar un proceso democrático y participativo con el fin de decidir entre todas la forma en la que EQUO concurrirá a las elecciones generales de noviembre. 

Una convocatoria electoral que no deseábamos, fruto de una incomprensión de la situación política por parte de algunos de los actores implicados, incapaces de llegar a acuerdos que pusieran el futuro del país por delante de los intereses partidarios. Nos enfrentamos a la amenaza de ser gobernados por las derechas apoyadas en la más extrema de ellas. En el horizonte de una nueva recesión económica, y en el marco de una aguda crisis social y ecológica.

Como es costumbre en nuestro partido, las decisiones trascendentes, se adoptan en consulta abierta y democrática  a todas las personas afiliadas y simpatizantes. El resultado de la misma arroja una decisión clara, con una mayoría amplia. Se adopta tras un proceso limpio, en el que se han puesto encima de la mesa todas las opciones posibles, con claridad en sus enunciados, y con el máximo tiempo e información posibles, dadas las circunstancias.

La decisión de concurrir a las mismas en coalición con Más País, y con otros actores, como la Chunta Aragonesista o Compromís, en aquellas circunscripciones electorales en las que esta coalición no reste al bloque progresista, ha venido, en primera instancia, para recuperar la ilusión de muchas personas muy decepcionadas con la gestión de los resultados de las elecciones de abril pasado, que de otra forma podrían haber estado tentadas de abstenerse. 

Nuestras candidatas por Madrid al Congreso, Inés Sabanés, Ana María Álvarez, José Luis Peña, Luis Oscar Reyes y María José Gallego y al Senado, Ramón Linaza, pondrán su voto y su trabajo al servicio de la formación de un gobierno progresista que sea capaz de afrontar los retos que tenemos por delante con decisión, desde los principios del diálogo, la solidaridad, la justicia social y ambiental, para construir un futuro de libertad, igualdad, más sostenible, más justo y más feminista. 

Y lo haremos desde el convencimiento de la necesidad de fortalecer el espacio político verde en nuestro país, que en el resto de Europa y del mundo está siendo capaz de enfrentar la situación con realismo y audacia, con un programa coherente y de conjunto, centrado en la transición ecológica de la economía y de la convivencia. 

En esta tarea no sobra nadie, ni las compañeras que han elegido legítimamente,  otra opción en la consulta, ni otras fuerzas políticas diferentes a aquellas con las que hemos decidido concurrir, que lejos de ser el enemigo a batir, han sido y siguen siendo compañeras de camino. Desde EQUO mantenemos y mantendremos, con lealtad, trabajo y cuidados mutuos, todas las alianzas fraguadas en otros procesos, ya que siguen teniendo el mismo sentido con el que fueron hechas.

La ciudadanía está tomando conciencia  del desafío civilizatorio que suponen cuestiones como el cambio climático que está llevando a las nuevas generaciones a tomar las calles junto a gran parte de la sociedad. Más que nunca la ecología política aparece como una respuesta a grandes desafíos y debemos seguir, como en esta última década, buscando amplios consensos sobre el inaplazable cambio de modelo. 

Tenemos por delante una nueva campaña electoral y un ilusionante camino para hacer de la ecología política el gran referente social de los próximos lustros. Hacen falta manos, cabezas y sobre todo, corazones: Aquí están los nuestros dispuestos a sumar.