(por María de las Nieves Gómez Martínez)
Se escucha el rio… ¡Escuchemos su mensaje!
Y así de la misma forma que lo he hecho siempre en la Senda de la Camorza con mis chicos/as en las actividades de Educación Ambiental, comenzamos también nosotros /as nuestro camino por ella …diciendo…se escucha el rio y estamos aquí en La Pedriza, la naturaleza, en la montaña, la casa de los animales y de un montón de seres vivos… Entremos en ella llamando con respeto a su casa, respetando su silencio, su vida, su flora, su fauna… Nada como la naturaleza y la montaña para enseñarnos la vida, para instruirte en la superación de los obstáculos, para darte los ideales, la fe, la integridad, la unión, la luz en tu espíritu, la espiritualidad.
La Sierra de Madrid es una escuela de la vida, junto con todas nuestras montañas y naturalezas de la Península Ibérica… Pero en concreto, La Pedriza, es aún más especial, entre sus piedras, sus rocas, sus boscosos rincones y misteriosas formas recibes una total y fuerte instrucción de amor… Amor al planeta Tierra, amor a la vida y todos los seres que la constituyen… Amor a la paz, amor al silencio, amor profundo a nuestra Madre Tierra. Por eso siempre inicio la Senda con la gente invitándoles a entrar en sus rincones y dejar el ruido estridente atrás, a guardar fuera todo sonido de la sociedad humana y escuchar el propio sonido de la Naturaleza, su propio lenguaje, pues el silencio nos habla, dándonos miles de mensajes, formando a nuestro alrededor la joya que tenemos que redescubrir… La Pedriza, joya inigualable de la naturaleza… Ayudémosla por tanto a seguir siendo así, no destrocemos los seres humanos su eterna belleza… Y entremos sencilla y humildemente en ella, para que ella nos instruya en amor… Amor a la Madre Tierra y a todos los seres vivos que la pueblan, amor a la paz y a la humanidad.
Luchemos por conservar los últimos rincones que nos quedan íntegros en nuestra Naturaleza, va en juego nuestra supervivencia y la vida del planeta Tierra, nuestra casa cósmica.