Calle Ercilla
46
local 4
Layla Martínez está a los mandos de la editorial Antipersona y participa en la coordinación de Dolly Records. Escribe en el periódico El Salto.
En las últimas décadas hemos asistido a la aparición de una enorme cantidad de productos culturales que pertenecen al género distópico. Somos la generación que más veces ha visto acabarse el mundo y la que más veces se ha imaginado en manos de gobiernos totalitarios que han acabado con los derechos y las libertades de los ciudadanos. Esta acumulación de libros, películas, series y cómics sobre catástrofes climáticas, gobiernos que conocen todos nuestros movimientos o epidemias que se expanden sin control refleja nuestras ansiedades y miedos colectivos, pero tiene también un efecto perverso. Al imaginar futuros que siempre son peores, contribuyen a preservar el statu quo y extienden un pensamiento reaccionario que sostiene que no merece la pena luchar porque no hay posibilidad de mejorar. Sin embargo, aunque son muy escasas, también hay películas, novelas, series y cómics que nos han hecho imaginar mundos mejores. En esta sesión repasaremos el potencial político de este tipo de productos culturales y debatiremos sobre qué pueden aportar y cómo podemos utilizarlos para la lucha contra la crisis climática.