EQUO Madrid considera que el ayuntamiento de Madrid llega tarde y mal al servicio de la bici pública

bici públicaEl sistema de bici pública de alquiler que se ha estrenado con una gran expectación ha defraudado a las usuarias y los usuarios. Con cuatro años de retraso respecto al compromiso de Gallardón y al Plan Director de Movilidad Ciclista aprobado por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, BiciMad empìeza con mal pié y peor pedal.

Los madrileños pedalean por el cambio

 Los ciudadanos madrileños demostraron que sus piernas están listas para el cambio en el aciago estreno de BiciMad. A pesar del colapso del sistema informático, que sigue generando fallos en su tercer día de actividad, fueron registradas mil peticiones frente a las 1.560 unidades ofrecidas en 123 tótems.

 El colapso del sistema informático, debido según la empresa concesionaria a un exceso de demanda, no resulta creíble. Cuarenta y ocho horas después de su puesta en marcha, el sistema sigue sin funcionar. Pero si no es capaz de gestionar mil peticiones de abono en 48 horas, cómo podrá gestionar las más de mil bicis disponibles.

Madrid necesitaba con urgencia un sistema de bici pública de alquiler, como los disponibles desde hace años y con notable éxito en Barcelona, Valencia, Sevilla entre otras ciudades. El experimento está saliendo mal y no es precisamente para alegrarse: miles de personas mueren prematuramente a causa de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias que causa la contaminación producida por el tráfico rodado. Tampoco resulta sostenible económicamente la abultada factura por importación de combustibles, destinada en gran medida a los vehículos a motor. Por último, la contribución del transporte a la emisión de gases de efecto invernadero y por lo tanto al cambio climático exige un cambio de modelo en la movilidad.

A juicio de EQUO Madrid, el flamante BiciMad inaugurado por la alcaldesa Ana Botella el pasado lunes, parece pensado más para la galería que para contribuir a un cambio real en la forma en que nos desplazamos en la ciudad. El número de bicicletas y estaciones disponibles resulta insuficiente y se reduce al distrito Centro y parte de los distritos de Arganzuela y Salamanca. Podría ser una experiencia piloto para ser progresivamente ampliada a otros distritos, pero de momento no está resultando una experiencia exitosa. Por otro lado las tarifas resultan más caras que las del transporte público. Parece un sistema pensado para cubrir el expediente, destinado más a un uso turístico y recreativo que como sistema eficiente y competitivo de transporte urbano.

Ramón Linaza, coportavoz de EQUO Madrid considera “el ayuntamiento regido por el PP no ha tenido en cuenta que la ciudadanía ha apostado por la bicicleta en la ciudad de Madrid, cada vez es mayor el número de personas que la utilizan como medio de transporte, y no han adaptado la normativa ni las infraestructuras, que resultan hostiles para los usuarios de este medio de transporte”

Mención aparte merecen los carriles bici que se “pintan” en las aceras invadiendo el espacio de los peatones o los carriles de velocidad reducida para que convivan todos los vehículos. Actualmente esas vías se muestran insuficientes y mal planteadas, mucho peor será la situación cuando aumente el número de usuarios. EQUO Madrid opina que es necesario crear una red de de vías ciclistas específicas que combine rutas ciclistas segregadas del tráfico rodado y peatonal junto con ciclocalles con prioridad ciclista, tal y como prevé ya el Plan Director de Movilidad Ciclista. La incorporación de la bicicleta al viario urbano contribuye al calmado del tráfico y con ello a la seguridad y la salud de toda la población

El Ayuntamiento de Madrid nunca ha creído en la bicicleta como sistema de transporte. De hecho invirtió 7.000 millones de euros en la ampliación de la M30 condenando la ciudad a un endeudamiento crónico durante al menos tres décadas. Era una apuesta por un modelo que privilegia el transporte motorizado privado, algo insostenible con el petróleo cada vez más caro y escaso. Es difícil que funcione una iniciativa como BiciMad, cuando el propio Ayuntamiento que la impulsa no cree en su utilidad.

Desde EQUO Madrid creemos y apostamos por la bici como solución al problema del transporte en Madrid y animamos al ayuntamiento a hacer lo mismo.